octubre 29, 2025

EL URUGUAY DEL FUTURO

Master Escribe Fuentes

En general los problemas que acucian a los países requieren medidas urgentes, porque las soluciones no pueden dilatarse. Lo inmediato, las demandas, los imprevistos, las cambiantes condiciones internas y externas, las dificultades que golpean la puerta, exigen que los gobernantes dediquen gran parte de su tiempo a tratar de resolver tales desafíos. Esto pasa en Uruguay y en todo el mundo, en todas las épocas, bajo todos los sistemas. Por cierto que existen leyes que tienen cierta permanencia, como por ejemplo, las vinculadas al Derecho, pero son pocos los países que encaran estudios, profundos y fundados sobre el futuro mediato. La realidad de una revolución tecnológica que está cambiando, y mucho más cambiará el mundo, exige prepararse. No se puede esperar que nos tape la ola para empezar a ocuparnos. Por ello la iniciativa de realizar estudios con la participación de representantes políticos y de la Academia, merece que se destaque y se valore. Cabe aguardar con expectativa las vías que se sugieren para un tiempo que excede largamente el período de actual gobierno.

La tarea, por lo tanto, deberá encararse con la mente abierta, tener el alto nivel y la seriedad que impone su importancia para los tiempos que vendrán. Algunas estructuras que visualizamos como si fueran inmutables, el tiempo le pasará por arriba, no porque sea una decisión gubernamental, sino porque la realidad lo impondrá.
Alcanza con analizar algunos ejemplos. Tal vez uno que muestre con mayor nitidez la necesidad de prepararse sea el de ANCAP.

Se trata nade menos que la principal empresa del país, de enorme valor material y estratégico. Pues bien, en un horizonte de 20 a 30 años seguramente no será como es ahora. Por razones medioambientales, porque los combustibles fósiles, aún con grandes reservas, no son ilimitados, crece en forma extremadamente rápida la fabricación de vehículos eléctricos, con lo que disminuirá sensiblemente la demanda de nafta y gasoil. Incluso hay países que ya piensan en prohibir la fabricación de vehículos que funcionan con esos derivados del petróleo. Será un cambio muy fuerte a nivel mundial, piénsese en lo que afectará a los países productores, al transporte marítimo a través de los enormes buques petroleros, a las grandes compañías distribuidoras. En nuestra dimensión el desafío a que se verá enfrentado el país respecto a ANCAP, también generará un gran sacudón. ¿Cuál será su futuro? ¿Cómo encarará la nueva realidad? Un enorme tema a resolver. Un efecto colateral, pero de gran importancia para las arcas públicas tiene que ver con el hecho que en los combustibles hay una fuerte carga tributaria. Si el Estado deja de percibir esos importantes volúmenes de recursos, o al menos se reducen notoriamente tendrá que ver la forma de compensarlo de alguna forma.

Otro ejemplo tiene que ver con lo cambios en materia laboral. Habrá trabajos que ya no necesitarán la mano del hombre. Las tareas rutinarias, repetitivas, quedarán a cargo de los robots. La demanda de trabajo se canalizará hacia los que exigen especialización, preparación. ¿Cómo resolver entonces el problema de los que por falta de capacitación no encuentran trabajo?

He mencionado simplemente dos ejemplos de los desafíos que necesariamente el país deberá enfrentar. Hay muchos más. No se trata de una suma de casos que por azar se presentan simultáneamente, sino de un fenómeno integral que se retroalimenta. Uruguay como todos los países del mundo no volverá al pasado. Nuestra forma de ser a veces más cargada de nostalgia que de realismo, recelosa ante cualquier cambio, tendrá que variar para no perder pie en un mundo lleno de posibilidades pero también dinámico y exigente.