octubre 28, 2025
simone

En nuestra Agenda teníamos varios temas relacionados con la actualidad ciudadana y el Municipio Pando se adelantó a nuestro reclamo. Así fue como ante la Inauguración del Circuito Peatonal en el Parque Artigas, nos movía solicitar el restablecimiento del servicio del Parador y prestamente ya está abierta la licitación correspondiente, con obligación – por parte del adjudicatario- de la reparación y readecuación de las instalaciones. Faltaría especificar cómo resolver los avances destructivos de las inundaciones, que le han quitado ganas y proyección a anteriores servicios. Un segundo tema incluido en nuestra Agenda, era la reparación de la calle Agustin Hernández – figura señera de nuestra historia ciudadana- que el estado calamitoso de su carpeta – llegamos a contar 127 agujeros entre los que se balanceaban los vehículos – poco hacía por respetuoso homenaje a su recuerdo. Y vemos gratamente sorprendidos que se está reponiendo la base y asfalto correspondiente.
Nos queda un tema – aún – que merece atención y solución, después de muchos fallidos intentos por dotar de tranquilidad y comodidad a los transeúntes, que se han visto obligados a sortear piedras, agujeros y una incansable montaña rusa, en la que la vereda de un padrón está peleado con la vereda del siguiente. Escalones sorpresivos, canaletas al acecho, baldosas sueltas – cuando las hay – y un sinnúmero de sorpresas que esperan atentas a que el transeúnte de edad avanzada tropiece y caiga estrepitosamente, con las consecuencias directas en sus extremidades, cuando no en su cabeza.
Allá por el año 1973, se presentó por la Comisión de Colaboración con la Junta Local Autónoma, un proyecto que facultaba a la Municipalidad para que realizara con su personal de cuadrilla, reparaciones o construcción a nuevo de las tales veredas, con cargo del importe a la próxima Planilla de Contribución Inmobiliaria más intereses y recargos, si el propietario titular del inmueble no asumía de inmediato el pago del costo respectivo con o sin financiamiento, que también estaba previsto, para que su obligación no resultara extremadamente gravosa.. Pero esa idea, como muchas otras, fueron quedando en el olvido para lamentar el estado de nuestra ciudad. Y hacemos incapié que solo se reclamaba “veredas transitables”, no “jardines floridos” como esperan al visitante ciudades como Nueva Helvecia, por ejemplo. Y conviene recordar que en tiempos de “la Primaveral de Pando” – entre muchos concursos – se hizo famoso el que se refería al embellecimiento de Balcones y Zaguanes, al mejor estilo español. Otro de los esfuerzos conjuntos de instituciones de Pando, incluyendo los Clubes Sociales y las de Servicio, que pasaron al olvido, cuando en otras ciudades del interior suman decenas de años de realizaciones colectivas de proyección, publicidad y conocimiento de sus esfuerzos para manifestarse ante la ciudadanía capitalina obligada así a trasladarse por las vías del interior en las que fluye la riqueza nacional, tan importantes o más que las montevideanas. Pero en esta oportunidad, solo reclamamos veredas, nada más que veredas transitables. Gracias por la lectura.

V E R E D A S

En nuestra Agenda teníamos varios temas relacionados con la actualidad ciudadana y el Municipio Pando se adelantó a nuestro reclamo. Así fue como ante la Inauguración del Circuito Peatonal en el Parque Artigas, nos movía solicitar el restablecimiento del servicio del Parador y prestamente ya está abierta la licitación correspondiente, con obligación – por parte del adjudicatario- de la reparación y readecuación de las instalaciones. Faltaría especificar cómo resolver los avances destructivos de las inundaciones, que le han quitado ganas y proyección a anteriores servicios. Un segundo tema incluido en nuestra Agenda, era la reparación de la calle Agustin Hernández – figura señera de nuestra historia ciudadana- que el estado calamitoso de su carpeta – llegamos a contar 127 agujeros entre los que se balanceaban los vehículos – poco hacía por respetuoso homenaje a su recuerdo. Y vemos gratamente sorprendidos que se está reponiendo la base y asfalto correspondiente.
Nos queda un tema – aún – que merece atención y solución, después de muchos fallidos intentos por dotar de tranquilidad y comodidad a los transeúntes, que se han visto obligados a sortear piedras, agujeros y una incansable montaña rusa, en la que la vereda de un padrón está peleado con la vereda del siguiente. Escalones sorpresivos, canaletas al acecho, baldosas sueltas – cuando las hay – y un sinnúmero de sorpresas que esperan atentas a que el transeúnte de edad avanzada tropiece y caiga estrepitosamente, con las consecuencias directas en sus extremidades, cuando no en su cabeza.
Allá por el año 1973, se presentó por la Comisión de Colaboración con la Junta Local Autónoma, un proyecto que facultaba a la Municipalidad para que realizara con su personal de cuadrilla, reparaciones o construcción a nuevo de las tales veredas, con cargo del importe a la próxima Planilla de Contribución Inmobiliaria más intereses y recargos, si el propietario titular del inmueble no asumía de inmediato el pago del costo respectivo con o sin financiamiento, que también estaba previsto, para que su obligación no resultara extremadamente gravosa.. Pero esa idea, como muchas otras, fueron quedando en el olvido para lamentar el estado de nuestra ciudad. Y hacemos incapié que solo se reclamaba “veredas transitables”, no “jardines floridos” como esperan al visitante ciudades como Nueva Helvecia, por ejemplo. Y conviene recordar que en tiempos de “la Primaveral de Pando” – entre muchos concursos – se hizo famoso el que se refería al embellecimiento de Balcones y Zaguanes, al mejor estilo español. Otro de los esfuerzos conjuntos de instituciones de Pando, incluyendo los Clubes Sociales y las de Servicio, que pasaron al olvido, cuando en otras ciudades del interior suman decenas de años de realizaciones colectivas de proyección, publicidad y conocimiento de sus esfuerzos para manifestarse ante la ciudadanía capitalina obligada así a trasladarse por las vías del interior en las que fluye la riqueza nacional, tan importantes o más que las montevideanas. Pero en esta oportunidad, solo reclamamos veredas, nada más que veredas transitables. Gracias por la lectura.