COHETERÍA
Como lo manda el almanaque, llegan las fechas festivas de Navidad y Año Nuevo. Por una parte, se aceleran los preparativos en el área de los festejos nocturnos, dando rienda suelta a explosiones de distinto grado e intensidad. Nadie se conforma con una demostración pacifica de fuegos de artificio, todos se pliegan a una carrera desenfrenada de pólvora salvaje que obliga a esconder perros y gatos, so pena de perderlos en una disparada animal. El negocio será vender tapones par las orejas. Reclamos de la ciudadanía aun no reciben aprobación de autoridades ni se genera el decreto correspondiente.
Por otra parte, la cohetería política aprovecha la oportunidad para plantear temas urticantes y la oposición no pierde pie en avalar y votar esa grieta que muestra la coalición ante el planteo cabildante de poner márgenes a la forestación, sobre un tema que fue bandera de triunfo de los quince años anteriores. Parece una incongruencia invitar a una inversión multimillonaria del exterior, para luego cercenar las posibilidades de obtención de la materia prima para su trabajo industrial. Pero eso es lo que resulta de un estudio desapasionado que elevan las gremiales forestales cuestionando fuertemente esa inquietud parlamentaria, que lleva y trae opiniones y forzará a ulteriores decisiones ejecutivas chocantes sin que se pueda evaluar consecuencias, que serán agresivas, nunca agradables, sumisas ni fáciles de digerir.
La ley de Forestación original ya establecía los límites entre terrenos pobres señalados para montes intensivos y los especialmente destinados a la agricultura por su calidad de labrantío y la defensa del abastecimiento a la población. No alcanzó la emisión de un decreto interpretativo. Ahora se quiere ahondar con una nueva ley que confirme y retraiga interpretaciones esquivas.
No se desconocen las no pocas plagas de distinto calibre que se generan en las plantaciones de altura, que conspiran directamente a una pacífica convivencia con la agricultura intensiva y extensiva. Incluso plagas que llegan a la huerta familiar, el ataque frontal a sus moradores sin exceptuar su alcance e invasión a los propios centros poblados.
Estamos en fechas de cierre parlamentario, donde se acentuaran exigencias y proposiciones, donde la cintura política aplica su juego de ocasión con o sin conciencia de sus consecuencias.
En tanto, el Ejecutivo divide su mirada entre la exigente vida parlamentaria interior del país y el tambaleante Mercosur con reunión de presidentes a distancia, para el que requiere flexibilidad y un entendimiento más amplio de las necesidades de país pequeño, encajonado entre dos grandes potencias que pretenden imponer sus propias necesidades. Las posiciones siguen muy firmes y poco propicias a una adecuada ampliación de alcances comerciales.
En tanto, el próximo viernes estaremos con un pie en la Navidad y nos tomaremos un descanso de fiestas, liberando a los lectores de las pesadas diatribas con que golpeamos viernes a viernes su atención. Hacemos propicia la oportunidad para desear FELICIDADES familiares y profesionales, para que un renovado 2022 nos permita desarrollar una tarea positiva en bien de toda la ciudadanía
