Boquita Campeón en el Monegal de la divisional B del torneo de clubes de OFI

Boquita de Sarandí Grande hizo historia. Jugó el partido que debía y así consiguió el título de la Divisional “B” de la Ofi.
Desde el arranque se pudo observar, al igual que en el Batalla de Sarandí, un equipo convencido y mucho mejor que Wanderers en lo futbolístico.
Suena el silvato y se desata la alegría en el plantel azul y oro
Este conjunto se armó desde atrás con un arquero seguro y nacido desde las raíces del pueblo, los hermanos Ghirardi fueron demasiado para un Irazoqui desconocido e intrascendente en ataque. Buenos laterales, subiendo y cubriendo sus sectores y adelante un “tanque”, Luzardo con sus 20 años exigió siempre.
Se tituló el mejor de los dos, Boquita Unido es el nuevo campeón.
PRIMER TIEMPO
Desde El arranque Boquita sorprendió a Wanderers porque lejos de ser conservador, fue a buscar el partido.
Consiguió el gol a los 30’ de la manera más contradictoria, la pelota dio un extrañó pique y se le fue por encima a Olivera, ante el remate con pocas pretensiones de Piar cuando en la semana nos pasamos hablando de lo irregular que estaba la cancha en Sarandí Grande.
La hinchada boquense le puso color a la noche del Monegal
Boquita fue infinitamente más que el bohemio en la primera parte del partido, generó casi todas las situaciones peligrosas, la primera obligó a una atajada espléndida de Olivera que alcanzó a sacar la mano para evitar el gol, en la segunda Luzardo se “afilaba para el gol” cuando llegó, con el alma, Bentancor, al cierre.
La única que podemos anotarle a Wanderers fue un rebote de Mariscurrena que, exigido por Trasantes, pudo salvar. Sobre los treinta el remate fortuito de Piar que se convirtió en gol por el pique defectuoso en el terreno y sobre el final Seráfico pudo empatar, pero no se le dio.
Boquita fue el cuadro que vino por la victoria sorprendiendo a Wanderers, al sonar el silbato del árbitro, indicando el final del primer tiempo, se llevó una justa victoria que lo ponía a resguardo en el partido.
SEGUNDO TIEMPO
Para la segunda parte Wanderers no mejoró hasta los cambios, de ahí en más mostró otra disposición. Aunque Gonzalo Butti hoy jugó un partido bárbaro, no encontró casi nunca con quien dialogar fútbol.
El propio volante fue gestor del gol del empate cuando sacó rápido una falta por izquierda, fue a buscar la devolución y cuando mandó el centro atrás, la pelota dio en brazo de Ghirardi y Mariano Rubbo lo transformó en gol. Marizcurrena alcanzó a tocarla, pero el balón dio en el palo y se metió. Fue en un momento clave del partido, Wanderers tenía tiempo de sobra para ganarlo, pero lo que no tenía eran ideas.
Buen arbitraje del de Tarariras
Boquita siguió preocupando en cada contra con un Luzardo imparable, hasta que el técnico decidió sacarlo extenuado. Quiso soltarse un poco más Bentancor que fue el mejor del fondo, empujaron los del medio, pero sin aportar fútbol asociado. Cada intento de ataque terminaba en los botines de algún defensa o mal resuelta la jugada.
Se fueron los minutos y con ellos la ilusión de Wanderers. El título fue para el novel Boquita que se suma a los grandes de Florida.
