noviembre 7, 2025

Rechazo absoluto a cualquier guerra

Master Escribe Casanova

En primer lugar nuestro rechazo absoluto a cualquier guerra, sea la actual, las que se vienen desarrollando olvidadas por la costumbre (Irán, Kurdistán, las de África entre tribus, etc.), ante cualquier derramamiento de sangre inocente no pueden haber dos interpretaciones, incluso las de guerrillas o enfrentamientos entre civiles, todo es detestable, porque pone sobre la mesa la condición humana de autodestrucción, siendo superior al resto del mundo animal, aunque digamos que somos seres racionales.

Siempre caemos en los lugares comunes de responsabilizar a los líderes de turno que sin duda tienen la cuota mayor, pero hay causas complejas que van mellando la sobriedad de las naciones, los gobiernos y/o los gobernantes o gobernados que desembocan en la contienda bélica, no siempre como última posibilidad para dirimir las diferencias que se fueron alimentando o permanecen en yaga viva (por ejemplo la región de los Balcanes o los países árabes entre sí y/o con Israel que es decir también los Estados Unidos aunque pueden haber matices).

El solo hecho de reconocer que se vive en un estado de guerra justifica cualquier tipo de desviaciones de la convivencia civilizada y respetuosa de los derechos humanos o resumidos en una única frase: el derecho a la vida.

Cuando se quieren justificar las atrocidades humanas más deplorables la salida más simple y reprochable es ampararse en las leyes de la guerra, donde quedamos inmersos en un vale todo, inclusive actualmente en la amenaza del uso de un arsenal nuclear, donde hay nueve naciones con posesión declarada de este tipo de armas y que además prohíben al resto de los países de realizar esfuerzos para acercarse a ellos e incluso son los dueños de los organismos internacionales mediante su capacidad de veto.

Cuando miramos un mapa de la edad media, o incluso de la era moderna comparado con la realidad actual poco tienen que ver por la cantidad de naciones, sus territorios iniciales respecto a los actuales, han desaparecido imperios, federaciones, e inclusive países.

Sin lugar a dudas de aquellas federaciones existentes la fractura de la URSS ha sido el fenómeno más traumático de la vida política de millones de ciudadanos del mundo, que tuvieron que buscar otros paradigmas que justificara su poder y su lucha dentro de regímenes capitalistas.

Recuerdo cuando un amigo del Partido Comunista uruguayo a la pregunta de que iba a ser ahora que el socialismo real había fracasado, y en forma muy honesta me dijo “debemos cambiar nuestros objetivos de lucha e ir por la defensa del medio ambiente”.

Los que conocemos a muchos compatriotas de muchos años de militancia pro rusa vimos su alejamiento de la ortodoxia comunista primero y su renovación ideológica que fue mutando hasta transformarse en defensores de causas ecologistas y más, recientemente de las políticas de género, aunque en este último aspecto incluso renegando de su referente internacional Putin, de clara vocación machista patriarcal con claros rechazos homofóbicos hacia la libertad sexual.

El problema es cuando se pasa a la acción bélica, ahí no hay dos lecturas frente al rechazo de un amplio sector de la comunidad internacional e incluso a nivel nacional por los ciudadanos opositores al comunismo vernáculo o incluso por aquellos, en convivencia política formando parte de una coalición opositora.

Por supuesto que han surgido desplantes de todo tipo e inclusive comparando al líder de Rusia con Hitler y sin embargo los seguidores de este último están siendo atacados desde el 2014 por parte del reagrupamiento nazis de Ucrania bajo el comando de un señor de apellido Bandera, con antecedentes desde la segunda guerra mundial de colaboración con Hitler hasta nuestros días, donde ha conseguido reagrupar a sus partidarios para realizar todo tipo de atrocidades contra las agrupaciones obreras y pro rusas declaradas independientes recientemente.

Nunca hay que quedarse con una primera lectura de los hechos y es necesario ubicar la invasión rusa injustificable, pero no piensen que están atacando a unos pobres ucranianos de posiciones democráticas, ni mucho menos.

Por supuesto que nunca estos ataques son directos sobre los responsables, no teniendo daños colaterales, aunque en la actualidad con la tecnología existente pueden ser los bombardeos más exacto sobre los objetivos específicos, lo que sucede que la mayoría de las veces los atacados se refugian en la población civil poniendo a estos en el radar del fuego enemigo.

Escuchando algunas noticias de la forma de resistencia de los ucranianos parecía bastante demodé el hecho de cambiar la cartelería para confundir a los invasores en pleno siglo XXI, (lo hacían los Checoslovacos en la segunda guerra para confundir a los alemanes con bastante éxito, incluso cambiando la dirección de las flechas), donde los instrumentos existentes permiten el desplazamiento sin necesidad de referencias fijas en el camino.

Otro argumento muy escuchado es la necesidad por parte de Rusia de no tener bases de la OTAN en los países limítrofes como forma de hacer una defensa preventiva de su territorio (este argumento ha sido usado por los Estados Unidos muchas veces), cuando ya existen misiles

interoceánicos que pueden recorrer miles de quilómetros en busca de un objetivo.

Todos recordamos la crisis de los misiles en Cuba cuando Moscú pretendió en 1960 la instalación de armamento misilístico en la isla a pocos kilómetros del territorio americano, hoy tendría la misma importancia que si lo instalan en Venezuela o en Nicaragua, por poner posibles aliados y que no son vecinos directos de los E.E.U:U.

Lo que pocos dicen y sin quizás es la mayor razón para la cual Rusia debe asegurarse una buena relación con su vecino y si es un gobierno pro ruso mucho mejor, es la cantidad de uranio y titanio que posee Ucrania, siendo del primero el mayor poseedor de reservas mundiales, la materia prima de las armas nucleares.

Ucrania es el granero de Eurasia, además de sus capacidades energéticas tradicionales de carbón, gas y petróleo, lo que le hace un socio insustituible para la economía de los ex estados de la federación rusa.

Desde la separación de los estados de la URSS el principal motivo bélico de Rusia ha sido el asegurarse de la complementariedad existente e insustituible para la economía y de tecnología para su desarrollo, comenzando por Afganistán por tener un mineral clave en las aleaciones que explica los esfuerzos de los rusos, por mantenerle en su zona de influencia y de los Estados Unidos para apartarle de la influencia rusa fomentando a los talibanes que luego se trasformaron en su peor enemigo.

Además de la necesidad del seguro de tener asegurado el proveedor, los países imperialistas como Rusia o Estados Unidos deben suministrar armas a sus amigos permanentes para que tengan seguridad, pero sobre todo para financiar la industria más importante de estos países, que como todas necesita de una demanda que justifique su existencia para mantener los equilibrios de poder de fuego o mejor dicho, de causar muerte con destrucción.

Todos recordamos la guerra de Irak donde a lo irreparable de las muertes hubo una destrucción de sus instalaciones e infraestructura que dejaron un país en ruina, y casualidad, el principal empresario involucrado en la restauración fue Chenny, vicepresidente responsable de la invasión sostenida en la existencia de armas químicas que nunca se encontraron.

Por lo tanto no hagamos análisis superficiales y apurados siguiendo los medios de comunicación que le sabemos tendenciosos e incluso algunos comunicadores haciendo versitos poco serios (polémica en el bar) y agravantes para uno de los responsables, cuando hemos demostrado que realmente las dos partes son merecedoras de las peores atrocidades y avasallamientos de los derechos elementales de la humanidad.

Escuchando un mensaje diferente me causó empatía la afirmación de que en realidad los cartelitos de “NO A LA GUERRA” debieron estar presente desde 2014, cuando comenzó a sembrarse el odio fascista neonazi en Ucrania y por supuesto ahora con la invasión de Putin, que al igual que el presidente ucraniano no merece nuestra consideración favorable.

Por favor que esta guerra dure lo menos posible , que no se extienda ,y si la salida es la intervención de las Naciones Unidas que sea lo antes posible, para salvar vidas indefensas, y no llegar tarde como ya ha sucedido en los Balcanes, en Irán, etc, etc, etc……..