EL PROYECTO NEPTUNO ES UNA BUEN AGUA SOLUCIÓN
Cuando hablamos del agua para la población debemos ser serios y calificados técnicamente para opinar y más si pretendemos que nuestros compatriotas sean informados objetivamente, sin intermediación política o ideológica formando mentes libres sin ataduras previas o conceptos interesados.
Por suerte Uruguay cuenta con una red hidrográfica bien distribuida por el territorio siendo complementada la demanda por sitios donde haya que recurrir si o si a fuentes subterráneas y a su vez la posibilidad de obtenerle desde capas profundas es muy fácil en algunos acuíferos, como Raigón en el sur y un poco más complicado en el norte; para el mayor a nivel regional y segundo en el mundo, el Guaraní.
Sin embargo hay demandas muy elevadas que pueden tener limitaciones en algunos lugares de nuestro territorio por problemas de calidad y/o cantidad de acuerdo al objetivo de utilización.
Por ejemplo en la zona de Ruta7/km 40 es conocida la no existencia de cantidades de agua suficiente para algunos emprendimientos del lugar como los frigoríficos, teniendo que recurrir a la realización de tajamares que permitan almacenar grandes volúmenes, pero el coste asociado es muy relevante para la empresa, (pero seguramente menor que al principio que trasladaban en camiones desde el arroyo más cercano, 3 km).
Otro ejemplo opuesto es la instalación de lavaderos de lana en la Ruta 8 km 42, donde sabiendo de que es de las agroindustria más demandante en este recurso se instaló este tipo de emprendimiento a sabiendas evidentemente de la existencia de importante flujo subterráneo, que permite tener elevados caudales del vital elemento.
Algo parecido sucedió con la instalación de DIROX sobre raigón un acuífero importante que podía ser afectado de acuerdo a las protestas, sin embargo dicho emprendimiento de producción de vitamina K (importante en animales confinados en poco espacio por ser esencial en la coagulación de la sangre), que se exporta en su mayoría en la región, demostró que si había alguna contaminación era en el aire por emisiones puntuales.
En el proceso se produce un subproducto (cloruro de cromo) que se genera con bajo valor, el cual compite con fábricas ya instaladas, que vieron en peligro su negocio habiendo sido de las más interesada en la no instalación de esta factoría, demostrando una vez más que detrás de cada conflicto ambiental hay intereses encontrados, y no solo verdades científicas como debiera ser.
Por lo tanto en general podemos afirmar que Uruguay puede padecer falta de algunos insumos, pero de agua no tendría por qué tener limitaciones si el recurso finito es manejado adecuadamente, siendo cuidadosos de su uso y especialmente de las barreras para evitar posibles contaminaciones de su calidad.
Cuando observamos la realidad de España, con embalses por debajo del límite de uso permitido y otros a un tercio de su capacidad; zonas que normalmente reciben agua desde las más favorecidas como el norte de la península, con incendios que profundizan la posibilidad de estar en riego la oferta de agua potable para su población en un año, que aun lloviendo no compensaría, dada la elevada evapotranspiración y traspiración directa por las altas temperaturas existentes, por encima de la media histórica asociado a mayores consumo por supuesto.
Espero que las lluvias amortigüen el problema para no sumar al encarecimiento de la energía otro problema de menor solución, a la larga lista de desencuentros que hoy afronta la comunidad europea.
Volviendo a nuestro país, nunca hemos tenido que recorrer grandes distancia para asegurar la disponibilidad del principal elemento de nuestra vida, siendo la necesidad de distribución más importante en la creación de las redes que las fuentes, ya que ya sean ríos, embalses o lagunas naturales, o posos, nuestra capacidad de suministro ha estado siempre asegurada.
Recuerdo cuando el frigorífico San Jacinto (década del 90) hizo un ramal de varios kilómetros para asegurar el agua necesaria para sus procesos, habiendo puesta una toma pasando Tapia sobre el
Solís chico de donde extraía grandes volúmenes para su industria, teniendo que pasar a campos traviesa, para llegar con su caño desde la fuente hasta la utilización.
Actualmente se piensa también arrancar desde el Km 72 contra la costa de Arazatí donde está instalado el grupo Boulominot con aserrado de madera hasta la planta de potabilización, pasando por un reservorio intermedio que asegure poder extraer desde el Río de la Plata en los momentos de menor salinidad, porque en cuanto a los volúmenes no habría mayores inconvenientes.
Lo importante de la propuesta es la capacidad casi ilimitada de obtener flujo de agua durante todo el año sin tener que depender de los avatares del clima al extraer del río ancho como mar, siendo la mayor limitante algunos eventos salinos que según las estadísticas tendrían un máximo de 20 días o un mínimo de 6 al año, con lo cual sería inmensa la ventana para la extracción del líquido a ser luego potabilizado.
Como contrapartida cualquier solución sobre el territorio como se ha pretendido con la represa de Casupá corre el riego de recibir sedimentos cargados de nutrientes que terminen en floraciones de cianobacterias, que hagan en ciertas épocas imposibles de su utilización como reserva, que generalmente coinciden con la temporada veraniega.
Ya tenemos el ejemplo de la represa del Canelón Grande la cual no puede considerarse como alternativa para complementar la de paso Severino, la principal reserva hoy por hoy mantenida en condiciones aceptables en el recorrido del Río Santa Lucía, mientras que la primera está totalmente invadida por sedimentos con carga de nutrientes, lo que ameritaría un vaciamiento con limpieza y posterior llenado, todo lo cual lo hace casi inviable.
La administración actual de OSE ha recurrido al mantenimiento y protección de fuentes permanentes como las lagunas del Sauce en Maldonado o la del Cisne en Canelones, logrando asegurar suplir la demanda especialmente en verano cuando la población aumenta considerablemente, aunque persisten eventos importantes de turbidez.
Actualmente luego de años de espera la costa canaria está completando el abastecimiento de agua en balnearios como Santa Lucía del Este donde hubo un presidente del organismo (Amor de apellido pero poco querido por sus vecinos), hace muchos años que fue denostado por no haber podido instalar el preciado líquido, que ahora proviene de una arenera y/o un arroyo, estando en carpeta la posibilidad de también obtenerla del Río de la Plata mediante ósmosis invertida (eliminación de sales por gasto energético), ya que los costes de esta técnica muy usado en los barcos se ha hecho más accesible.
En el periodo pasado el organismo del agua y el saneamiento (excepto Montevideo que es de la IMM) afirmaba que más del 95% del territorio estaba cubierto por la red de distribución de agua, lo cual a la luz de los avances actuales podemos decir que era un valor poco creíble ya que los habitantes de la ruralidad no acceden al agua potable en su mayoría (recién ahora se está instalando una red para Rincón de Pando), habiendo ramales para Melilla por ejemplo en Montevideo. Sin embargo el resto del territorio no cuenta con agua potable a lo que deberíamos sumar balnearios y pueblos que todavía tampoco la poseen.
Conocí en la ruta 100 de durazno un lugar que se denomina Agua Buena y tiene un molino que abastece el lugar, de la misma manera que existe posos y purificadoras tipo UPA en Rivera o el Sauce por ejemplo, o sea que por la red si bien el 70% de la población del sur se ve beneficiada, hay innumerables pueblos, villas y casas de campo que a no ser por propia iniciativa adolecen de agua potable o han optado por otras soluciones como los tanques que utilizaba AFE para sus locomotoras a vapor con su fuente respectiva en pequeñas localidades.
Además, la calidad del agua que consumen los habitantes de los establecimientos rurales con pobladores que viven en el campo adolece de valores seguros en cuanto a los colibacilos y/o nitratos, dos parámetros que en muchos lugares están por encima de los valores admitidos como hemos demostrado en 1990 mediante un relevamiento de 350 posos al sur del Río negro en predios con producción ganadera (Perdomo, C, Casanova, O, Ciganda ,V, en revista Agrociencia,1990), lo cual fue verificado por colegas veterinarios en predios lecheros de Florida.
Como ven no he abordado el tema económico y menos de financiación, porque no solo hay una ley apoyada en un plebiscito que aconsejaría que fuera el propio organismo quien se haga cargo la realidad financiera a veces no lo permite la premura si así lo aconseja, por demoras en decisiones, que se tuvieron que tomar hace años.
De cualquier manera si la población quiere y exige que sea estatal se podría poner una sobre cuota para los consumidores mensuales a cierto metraje cúbico y en forma escalonada de acuerdo a cada consumo como se hace con el saneamiento o la factura de agua de acuerdo al gasto en metros cúbicos que es geométrico, logrando la soberanía necesaria para que el recurso sea manejado por el estado en todos los pasos de la cadena de la oferta del bien insustituible para la vida. Es hora que el ente sin decir agua va se ponga a construir la infraestructura necesaria que independientemente de las condiciones ambientales haga crecer el recurso en forma cuantitativa y de calidad, y que asegure su suministro a más de la mitad de la población e incluso que se podría pensar en extender a otras ciudades del territorio.
Es tan importante la dependencia del caudal del Río Santa Lucía hoy por hoy, que están prohibido hacer un uso agrícola intensivo con alto consumo de agua, quizás se pueda a futuro hasta plantar arroz en suelos de este lado sur del Río, que son aptos para el mejor cultivo que produce el Uruguay, con calidad y rendimientos en el nivel superior a nivel mundial. Que el dios de la aguas nos mande señales favorables para afianzar un buen proyecto en su honor y de los orientales que serán los beneficiados, incluso sería una de las inversiones que le dejaríamos a favor de las generaciones futuras, para compensar tanta deuda externa y pérdida de soberanía, que hemos despilfarramos hasta ahora, incluso para mantener el buen nombre que se ha perdido en el club de la rambla portuaria.
