LA CUOTIFICACIÓN POR SEXO EN LAS LISTAS ELECTORALES
Ya existe una disposición legal según la cual, las listas para las elecciones nacionales y departamentales deben tener una cuotificación especial. No puede haber tres candidatos consecutivos del mismo sexo. La explicación brindada en su momento era que de esa manera se aseguraba que un número importante de mujeres pudiera acceder a cargos electivos. En razón que en los órganos legislativos nacionales y departamentales tradicionalmente predominaban los hombres, se argumentaba que era necesario imponer por vía legislativa una medida para evitar o al menos atenuar esa desproporción. Se necesitaba mayor presencia femenina. Y era verdad. Ahora, una nueva iniciativa aumenta la apuesta y se lleva a la mitad. Igualdad numérica y de lugares entre mujeres y hombres para los cargos electivos.
A veces sumarse sin demasiado análisis a “lo políticamente correcto” – que es como decir a lo que la mayoría quiere escuchar – es lo más cómodo y evita críticas. Corro el riesgo porque no coincido con la ley como está, y menos con la nueva propuesta. Considero que los lectores tienen derecho a saber lo que piensa quien escribe una columna de opinión. Porque es precisamente eso: una opinión. Luego cada uno podrá o no coincidir. Debatir ideas es un saludable ejercicio democrático.
No siempre buenas intenciones conducen a buenos resultados. Me parece que eso se aplica en este tema.
El mismo puede enfocarse desde distintos ángulos. Uno de ellos es el relativo a la constitucionalidad de la ley. El Dr. Juan Andrés Ramírez publicó en el diario El País en dos domingos consecutivos publicó artículos con sólidos argumentos jurídicos señalando su inconstitucionalidad, en razón que coarta la libertad de los electores y de los Partidos Políticos al imponérseles restricciones que no están en sintonía con las disposiciones de nuestra Carta Magna. Por supuesto, es un punto en el que no estoy en condiciones de opinar por carecer de la suficiente formación en Derecho. Me limito a señalar la posición de un connotado jurista. Voy a terrenos menos técnicos.
Obviamente lo mejor es que las listas se integren con los que se consideran más aptos independientemente del sexo de cada candidato. (Reconozco que no siempre iban los mejores, pero con esta disposición eso tampoco se puede asegurar).
Hay otro punto que creo merece tenerse en cuenta. Ciertamente sin la mínima intención, pero en el fondo me parece que es como un cuestionamiento a la capacidad de las propias mujeres. Como que el mensaje a las damas es: ya que ustedes por sí solas no son capaces de hacerse un lugar en la Política, se lo damos por ley.
Por cierto que es bueno, más aún, es necesario que la participación femenina en la gestión gubernamental sea la mayor posible. Durante toda nuestra historia es verdad que ha sido muy inferior a la masculina, y eso no ha sido bueno. No fue una injusticia exclusiva de la actividad política, también lo ha sido, por ejemplo, en lo empresarial, en los sindicatos, en los medios de difusión, hasta en las murgas. En los últimos años eso ha ida cambiando y en base a su lucha, pero además, y fundamentalmente gracias a su capacidad y dedicación la participación de mujeres en la Política y en otros ámbitos del quehacer nacional, se ha incrementado claramente. Porque lo merecen, y por otra parte porque es necesario para la sociedad contar con sus aportes. Aún falta pero se ha avanzado. Cito sólo tres ejemplos: la Vicepresidencia de la República, la Intendencia de Montevideo, el Ministerio de Economía, todos de vital importancia están cargo de damas. Para ello no necesitaron leyes proteccionistas, se lo supieron ganar.
