LA EDUCACIÓN ES DEL PUEBLO
Este es uno de los mensajes que dejaron cuatro desubicados en la fachada del domicilio particular del presidente del Codicen Robert Silva.
Una bajeza y una cobardía. Bajeza porque ir a la casa de una persona para dejar estas leyendas es una amenaza, un intento de amedrentar: sabemos dónde vivís y si somos capaces de esto también podemos volver; no estés tranquilo ni en paz en tu propia casa. Es una cobardía porque no dan la cara, se amparan en el anonimato, aprovechan la oscuridad de la noche y la ausencia de guardias.
Ahora bien me pregunto cuál es el concepto de pueblo que tienen ellos y los que llevados por gente que sabe cómo manejar grupos, coreaban esta misma expresión en las bien coordinadas ocupaciones de locales de enseñanza, contra la reforma educativa. (En general sin saber en qué consiste la reforma). ¿Quiénes son los que integran ese “pueblo”? Porque el pueblo real es el que votó en las últimas elecciones nacionales y cuya mayoría eligió un gobierno que anunció una reforma educativa. El pueblo está integrado por todos nosotros, los que pensamos de una manera y los que piensan de otra; los que están a favor del gobierno y los que no lo están; los jóvenes y los adultos. Todos. Es una demostración de autosuficiencia creer que el pueblo sólo está integrado por los que tienen su misma visión de las cosas. Parten de la base que tienen una representatividad que en realidad nadie les otorgó. ¿Qué saben lo que piensa la mayoría del pueblo uruguayo? ¿O no les importa, porque se consideran más lúcidos que los demás y por lo tanto con el derecho de imponerles su pensamiento?
Lo otro que cabría preguntar es qué es para ellos la educación. Voy a expresar lo que pienso. No entraré en la idea de educación en el sentido de tener buenos modales y cortesía con los demás, sino en una concepción más integral.
Considero que la educación es un concepto que va más allá de lo que supone tener conocimientos que se adquieren en las aulas o aprender habilidades para desarrollar determinadas tareas. Educación implica respeto a los demás, integrarse socialmente, ser tolerante, saber escuchar, debatir sin agredir, reconocer la existencia de otras ideas distintas a las suyas sin desacreditar a quienes las profesan; en definitiva, tener valores.
Si alguien posee un alto nivel de conocimientos pero se considera dueño de la verdad en temas opinables y pretende imponer su criterio por las buenas o por las malas, se podrá afirmar que adquirió una excelente enseñanza, pero carece de una buena educación.
A la inversa, una persona que apenas pasó por la escuela, pero respeta a sus semejantes, podrá no haber recibido una enseñanza suficiente, pero en educación no tiene nada que aprender.
Desconozco el grado de enseñanza que recibieron los cuatro que atentaron contra la casa de Silva, pero lo que sí sé es que en educación están muy por debajo de la gran mayoría de nuestros compatriotas. También es necesario no caer en la ingenuidad de pensar que son los únicos responsables. Ellos fueron los autores materiales, pero hay autores intelectuales y otros que generan un ambiente de intolerancia que propicia desmanes como éste.
La educación es del pueblo, claro que sí. Pero yo no quiero para nuestro país una educación como la que demostraron tener ellos.
