marzo 22, 2025
Master Escribe Fuentes

Hace algunos días la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche realizó una presentación sobre la marcha de la economía. En la misma destacó un importante crecimiento en el 2021 y las proyecciones para el año en curso.
Como era de esperar surgieron voces de apoyo de los voceros oficialistas y de críticas provenientes de loa oposición.
Una primera precisión, no hay observaciones respecto a la veracidad de los datos. Nadie discute si el porcentaje de incremento del producto es o no correcto. En esto no hay discrepancias. Los números son esos y como tales son el reflejo de lo ocurrido en año pasado.
El debate respecto está en otro lugar. Básicamente si ello es mérito del gobierno o debido a una coyuntura internacional muy favorable.
¿Cuál es esa coyuntura internacional favorable? Los precios de los commodities que exporta nuestro país, han tenido, en general, muy buenos precios y esto fue un factor muy importante para incentivar el crecimiento.
Esto es parte de la verdad y le asiste razón a quienes como el senador Mario Bergara destacan que eso es importante para lograr los buenos números que se brindaron.
Ahora bien, que sea acertado destacar la influencia de los precios internacionales, no implica afirmar que sea la única razón. Mencionarlo como exclusiva causa es un error conceptual. Puede haber circunstancias favorables, pero si no se complementa con políticas prudentes para aprovecharlas, ese viento a favor sirve de poco. En este punto para ser justos, hay que valorar los dos aspectos. Ni todo es mérito de la conducción económica, ni todo se explica sólo por la coyuntura internacional. Por otra parte, ha habido tiempos en los que el país vivió el beneficio de una situación internacional favorable por mucho tiempo, y sin embargo no se aprovechó debidamente.
Es oportuno este debate para destacar algo sobre lo que a esta altura, pienso que no deben caber dudas, y sobre lo que tiene que basarse la estrategia del país independientemente del gobierno de turno. La economía uruguaya depende en gran medida del comercio internacional. Es una realidad que se presenta desde los orígenes mismos del país. Nuestro mercado interno es muy pequeño lo que hace imposible que genere emprendimientos ni siquiera medianamente importantes para abastecerlo. Si no los hay tampoco habrá inversiones, y a falta de éstas la creación de fuentes de trabajo serían limitadas. Todos los países independientemente de su tamaño, población y desarrollo económico necesitan comerciar con el exterior. Cada uno tiene fortalezas y debilidades, excedentes para exportar y necesidad de productos para importar, pero esa necesidad es mucho más perentoria para naciones como la nuestra. De ahí que nos resulta vital una apertura comercial que haga posible y ágil las transacciones internacionales. En ese marco están las gestiones para celebrar acuerdos de libre comercio con otros países. Este tema está en las políticas de la actual administración, con las dificultades y problemas que implica su concreción por los intereses en juego y por el agregado de las trabas mercosurianas. Además de los bienes tangibles susceptibles de comerciar, Uruguay tiene fortalezas en materia de servicios en los que por sus privilegiadas condiciones naturales y la capacidad de muchos compatriotas posibilitan su exportación. Me refiero a las actividades vinculadas al turismo y a la informática.

En síntesis, entonces, los alentadores números expuestos, tienen mucho que ver con el comercio internacional, si será importante entonces, tener una política de Estado en este punto.
Otro punto en el que hubo críticas es el relativo al hecho que esa favorable evolución no se reflejó en mejoras inmediatas para la población.
Esta postura no tuvo en cuenta que hemos vivido, y seguimos viviendo, una epidemia que nos condicionó. Más allá de lo más importante, las vidas que se perdieron, las angustias de quienes fueron afectados y sus familias, y de la población en general, no se puede negar que hubo además un muy fuerte impacto económico que afectó el nivel de ocupación, el salario de los trabajadores, la estabilidad de muchas empresas y las arcas públicas. Quizá sea necesario dedicarle más espacio en futuras entregas.