BIENVENIDA LA ALTERNANCIA PORQUE PURIFICALA DEMOCRACIA
Desde siempre he sido defensor de la alternancia en el gobierno de diferentes partidos y/o coaliciones, que representen opciones diferentes de conducción y especialmente de personas encargadas de liderar no solo los cargos visibles, también las posiciones intermedias, que ya sabemos lo que significan.
El hecho de que las posiciones relevantes del estado estén en manos diferentes asegura que nadie se sentirá dueño y señor del poder, que puede emanar cuando alguien ocupa cargos importantes del quehacer nacional. Recuerden esta frase de Benedetti, ”cuando un mediocre obtiene un gramo de poder, cree que tiene una tonelada de autoridad”
Por ejemplo un caso de los más sonados son las posiciones en organismos internacionales, donde las expensas son de elevada magnitud y no siempre quienes son designados poseen la relevancia exigidas para el cargo, entonces cuando menos, podemos lograr que la alegría vaya por barrio convocando a otros actores, que también tendrán sueldos que considero exagerados, pero cuando menos por menos tiempo.
Todos conocemos conciudadanos turros o cuando menos sin formación para la tarea ocupando embajadas, comisiones binacionales o simples representaciones en los organismos internacionales, e incluso políticos fracasados que no fueron capaces de ser elegidos por el voto popular y se acomodan como culebras en cualquier nido que quede vació.
En todos los procesos de acumulación de poder existe nepotismo o simple preferencia para mantenerse en los cargos atornillados a un sillón, que les hace sentirse poderosos e incluso llegan a apartarse de una realidad que les puede dar la espalda en cualquier vuelta de tuerca.
Cuando se habla de la inmovilidad estatal de sus funcionarios se supone que tiene el cometido de asegurar la permanencia en funciones de quienes tienen experticia en el cargo, por encima del partido gobernante.
Sin embargo muchas personas que ocupan lugares relevantes no dejan su camiseta partidaria en el baño y actúan en forma deshonesta tratando de conspirar contra a quienes considera sus enemigos políticos, siendo prueba de ello lo que acaba de denunciar el senador Botana, como acoso de parte de la DGI, BPS o el Mides en su departamento.
Como decía la canción “hay que terminar con el contrabando dijo el señor presidente, si le escuchan en Cerro Largo se enoja hasta el intendente”, en alusión a la discrecionalidad existente en esos territorios fronterizos, pero lo correcto es la fiscalización, aunque la suspicacia sea el momento de la realización de los controles en un momento pre-electoral.
Por lo tanto cuando hay cambio de gobierno está bien que no se toque la estructura permanente de funcionamiento, y recuerdo que fue el argumento del Dr. Carámbula cuando asumió en Canelones, para designar un número elevado de cargos de confianza que dijo se iban con él, pero la mayoría aún hoy siguen en puestos relevantes de la Comuna Canaria.
No tengo dudas que la discrecionalidad en el otorgamiento de cargos de las intendencias es y han sido lo más significativo del aumento de designaciones con justificaciones muy endebles (designaciones directas y cargos de confianza nuevos), y muchas veces para lograr saciar apetitos electorales.
Muchas personas jóvenes y de mediana edad que votaron al Frente Amplio en esta oportunidad aclaran con total convicción, que es una segunda oportunidad que le dan a la coalición que ya gobernó 15 años y salió cascoteada en el 2020 por una gestión, que fue muy poco convincente y con números poco favorables, ahora muchos ciudadano renovaron su esperanza frente a los errores visibles del actual gobierno, especialmente en temas de abuso de poder con vicios delictivos e incluso en hechos muy sensibles, como los sexuales con menores.
Asistimos a una realidad partidaria donde se expresó una esperanza renovada en la coalición ganadora y una tristeza concentrada en las personas responsables del actual gobierno; hasta que estos ordenen nuevamente su tropa para volver a tener la ilusión de triunfar nuevamente, como en el 2019 y recobre la ilusión en sus filas; así debe ser para seguir fortaleciendo el sistema democrático.
Modestamente me parece que independientemente de la gestión del gobierno que asuma el 1 de marzo y la posibilidad de que surja alguien con claro liderazgo en la coalición ganadora (Dr. Díaz, o Blanca Rodríguez), la figura del actual presidente seguramente encabece la posibilidad de volver a la primera magistratura con más del 50% con que se retira de su actual gestión, siendo un aseguro recomendable para una nueva alternancia, para seguir purificando la democracia uruguaya.