abril 28, 2025
Master Escribe Cardozo

En la red social TiK Tok, una señora que funge como cartomante o predictora, ha dicho que los próximos Intendentes de Canelones y Montevideo, serán Francisco Legnani y Mario Bergara respectivamente. Con todo mi respeto a quienes profesan las «mancias» y las practican, entendemos que a la mística no le fue necesario encontrar esa respuesta hurgando en la profundidad de su disciplina, sino que le bastó con echar una mirada a la realidad, como cualquier ciudadano que tenga que tomar una decisión para mayo. Decimos esto por diversas razones. En primer lugar, las ciudadanías de ambos departamentos, hace varias décadas que vienen reafirmando su decisión. Si el oficialismo logra vencer en Canelones y en la capital, cuando se complete el período que habrá de comenzar en el mes de julio, habrá gobernado cuarenta años en Montevideo y veinticinco en Canelones. Los Partidos Tradicionales, hasta ahora, no han tenido forma de revertir esa situación. Todo indica que tampoco se han hecho grandes esfuerzos para conseguirlo ya que en el inconsciente colectivo de los políticos prima la idea de que van a perder. O sea que, más allá de los esfuerzos que se ven y de los que no se ven hay una voz que les dice que pierden y que la carrera no vale la pena. Tanto los dirigentes como los militantes lo saben bien. La gente no es tonta y no se puede decir que hay una maquinaria política para engañarla y hacer que se vuelque a la misma opción una y otra vez. Convengamos que existe un acendrado dogmatismo que hace que las grandes mayorías se mantengan donde están, sin importar quién oficie de cabeza visible del conglomerado izquierdista. Pero de ahí a que se produzca un engaño colectivo o una estafa intelectual masiva hay un largo trecho. La gente vota porque le parece que los gobiernos departamentales que ha habido tanto en Canelones como en Montevideo, de alguna, de varias o de todas las formas, han hecho las cosas correctamente o, por lo menos, mejor de lo que las podrían hacer los colorados y los blancos. ¿Errores de los actuales gobernantes? varios y de toda clase; pero se piensa que los mismos son mayores y más notorios cuando los cometen los tradicionales que cuando provienen de ellos. Cunde una idea generalizada en cuanto a que los que representan a la izquierda, podrán cometer errores, pero son mejores personas y administradores más honestos que los de extracción tradicional. En definitiva, lo tradicional desde hace años es votar a la izquierda. Nadie puede decir que un pensamiento como ese no sea válido; por algo la gente razona así y por algo vota así.  La experiencia de la Coalición Republicana no está dando sus frutos a nivel departamental. Las uniones no están trayendo como consecuencia la fuerza; por lo menos ese es el panorama de Montevideo y Canelones. Por lo tanto habría que preguntarse cuál es el verdadero objetivo de esta fuerza, en especial ahora que luego de haber sido gobierno durante un lustro le corresponde, por mandato popular, ejercer el rol de oposición. Entonces, en lugar de enfrascarse en una lucha estéril contra el Frente Amplio, debería jugar un rol de mayor responsabilidad. Ganar por ganar o volver por volver, por el sensualismo de decir que venció a sus adversarios, no tiene asidero en la realidad. Está demasiado claro que la gente quiere otra cosa. En varios departamentos se van a llevar a cabo ciertas estrategias y en el caso de que las mismas den buenos resultados, estarán proyectando esa unión de fuerzas para 2029 cuando tendrá que comparecer otra vez. No puede decirse a ciencia cierta adónde van las diecinueve jurisdicciones departamentales, pero la imaginación de los opositores se está agotando. No surge de ellos nada innovador que le llegue a la gente de manera especial. Está bien querer ganar, pero para eso se necesita muchas cosas que no aparecen.